jueves, 16 de diciembre de 2010

Los gigantes se agigantan

 

Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

 

El gripo estadounidense de grandes tiendas Federated Department Stoeres se dispone a adquirir a su rival May por 11 mil millones de dólares, sí, leyó usted bien, once mil millones de dólares, creando con ello un nuevo gigante ---se agiganta el gigante--- en un sector afectado por la competencia de las cadenas de venta de ropa y por la aplanadora Wal-Mart.

 Ante la competencia de cadenas especializadas como las confecciones GAP y la ropa interior Victoria's Secret, eclipsadas las tiendas elegantes como Neiman Marcus y amenazadas por los gigantes de la distribución, Federated y May terminaron por entenderse después de dos años de discusiones.

"La competencia nos ataca por todas partes, de modo que para sobrevivir debemos ser más eficientes y competitivos ante las empresas de venta directa al consumidor en todos los ramos", comentó el presidente de May.

La empresa surgida de la fusión reunirá a dos actores similares en actividad y en volumen y estará dotada de 950 tiendas, con un monto de negocios de unos 30 mil millones de dólares.

Federated, propietario de casas prestigiosas como Macy's y Bloomingdale ---grandes tiendas de departamentos fundadas en el siglo XIX, cuyo perfil resulta hoy obsoleto comparado con GAP o Banana Republic, de mercadeo más contundente---, podrá ahora controlar las 12 marcas de cadenas de tiendas de May, como Lord and Taylor, Marshall Field's y Hecht's.

Federated espera no ceder más ventajas a los pesos pesados de distribución, como el número uno mundial Wal-Mart y sus negocios por valor de 285 mil millones de dólares, o la última fusión del sector anunciada en noviembre de 2004, la de Sears y Kmart, que creará a partir de abril un grupo de un valor de 55 mil millones de dólares.

El espíritu de la fusión Federated-May es "convertir a mediano plazo la mayor parte de las tiendas May en la marca Macy's", para lograr así que esta marca disponga de una fuerza de convicción más extendida en Estados Unidos como también para lograr economía de costos y extenderse a otros países, entre ellos México.

Apoyándose en su "exitosa" experiencia de adjuntar el nombre de Macy's a tras marcas de distribución de algunas de sus tiendas ---Bon-Macy's, Burdines-Macy's, Goldsmith-Macy's--- Federated quiere aplicar este principio a las marcas de May para estar presente en 49 estados norteamericanos, asentando así su presencia de costa a costa de los Estados Unidos.

"Esto nos permitirá unificar nuestros gastos de publicidad, a diferencia de las tiendas de ámbito regional, lo que representa una fuente de importantes reducciones de nuestros gastos", explicó el presidente de Federated,

La fusión rendirá también beneficios a los clientes, tales como: campañas de promoción de ámbito nacional, disponibilidad de marcas exclusivas para reinventar las tiendas May y el desarrollo de programas de fidelidad.

La operación costará caro a Federated, que tendrá que invertir mil millones de dólares en los próximos tres años para integrar a May, pero al mismo tiempo espera ahorrarse 450 millones de dólares hasta 2007.

Además, de los 11 mil millones de dólares de la transacción, Federated se comprometió a asumir los 6 mil millones de dólares de pasivo de May.

La súper gigante cadena Wal-Mart tiene ya muchas tiendas en varias ciudades de México.  Recientemente realizó estudios para instalarse en el istmo de Tehuantepec, pero se encontró con varios problemas de infraestructura y social que no ha podido superar, sin embargo el proyecto está vigente.  

Persiste el temor infundado de que las súper tiendas perjudican el entorno económico y social en donde se instalan, pero se ha comprobado con hechos que no es así, sino al contrario, en los lugares en donde se han instalado han tenido una mejora latente en la economía en general, o sea son más los beneficios que reportan que los perjuicios.

 



Las circunstancias de la vida

 

Enrique Galván-Duque Tamborrel
            marzo / 2005




Nuestra vida no es simplemente una serie de circunstancias, una serie de días que van pasando uno detrás de otro, sino que todos los días de nuestra vida son un don de Dios, no sólo para nosotros, sino sobre todo un don de Dios para los demás, para aquellos que viven con nosotros. Un don de Dios que requiere, por parte nuestra, reconocerlo y hacernos conscientes de que efectivamente es un regalo de Dios. Y permitir, como consecuencia, que en nuestro corazón haya un espíritu agradecido por el hecho de ser un don de Dios.

En la historia de la humanidad, Dios ha ido dando dones constantemente, y a veces se prodiga de una forma particular en algunas circunstancias, por lo demás muy normales, muy corrientes, pero que se convierten de modo muy especial en don de Dios para sus hermanos. Es Él quien decide dar fuerza espiritual y fortaleza a los hombres y mujeres que entregan su vida en ayudar a los demás a caminar por la vida y que encuentren a Dios, que es quien decide hacer de nuestras vidas un don para los demás.

Ciertamente que esto requiere, por parte de quien toma conciencia de ser un don de Dios para los demás, una correspondencia. No basta con decir "yo me entrego a los demás", "yo soy un don de Dios para los demás", es necesario, también, estar conscientes de lo que por nuestra parte esto va a suponer. A veces podemos convivir con el don de Dios y no ser conscientes de que lo tenemos a nuestro lado y no ser conscientes de que Dios está junto a nosotros. Podemos estar conviviendo con el don de Dios y no reconocerlo.

De acuerdo con relato del Evangelio (Mateo 20, 17-28), algo así les había pasado a Santiago y a Juan, los hijos de Zebedeo. A pesar de llevar ya tiempo con nuestro Señor, no habían captado el don de Dios. Tanto es así que, justamente después que Cristo les habla de pasión, de muerte y de resurrección, acompañados de su madre, llegan y le dicen a Jesús: "Queremos sentarnos uno a tu derecha y otro a tu izquierda". Cuando Jesús está hablando de renuncia, de entrega, de sacrificio, de redención, ellos le hablan a Cristo de dignidades, de cargos y de honores.

¡Qué misterio es el hecho de que se puede convivir con el don de Dios y, sin embargo, no reconocerlo! Nuestra vida puede ser una vida semejante a la de los hijos de Zebedeo, que tenían el don de Dios más grande —Cristo nuestro Señor—, y no lo habían reconocido.

El don de Dios, el Hijo de Dios caminaba con ellos, comía con ellos, dormía con ellos, les hablaba, les enseñaba, y ¡no lo habían reconocido! Es necesario tener los ojos abiertos y el corazón dispuesto a acoger el don de Dios, porque nos damos cuenta de que, no solamente Juan y Santiago no habían captado nada del don de Dios que era Cristo para sus vidas, tampoco nosotros mismos, muchas veces, lo hemos captado.

En éste pasaje del Evangelio encontramos una serie de características que tiene que tener nuestro corazón para ser capaz de reconocer el don de Dios: En primer lugar, estar dispuestos a servir a los demás; en segundo lugar, estar dispuestos a ir con Cristo, como corredentores, por el bien de los demás.

Corredentor, compañero y servidor son las características del corazón que está dispuesto a reconocer el don de Dios y del corazón que está dispuesto a ser don de Dios para nuestros hermanos. A nosotros, entonces, nos correspondería preguntarnos: ¿Soy yo también corredentor? ¿Tomo yo como mía la misión de Cristo, que es salvar a los hombres? ¿Soy compañero de Cristo, es decir, lo tengo frecuentemente en mi corazón, hago que los hechos de mi vida sean congruentes con mi fe, comparto con Él todo? ¿Su vida es mi vida, sus intereses los míos, sus inquietudes las mías? ¿Soy servidor de los demás? ¿Estoy dispuesto a ser de los que sirven, de los que ayudan, de los que colaboran, de los que cooperan, de los que se entregan, de los que dan sin esperar necesariamente una recompensa?

Así como Jesucristo no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate de muchos, ¿tenemos nosotros la conciencia de que éste debe ser el retrato de nuestra vida: corredentores, compañeros y servidores de Cristo?  Esta conciencia, que nos convierte en don de Dios para los demás, es la que nos convierte en colaboradores, en ayuda y en camino de Dios para nuestros hermanos los seres humanos.

No soñemos pensando que simplemente porque los criterios del Evangelio más o menos se nos emparejen y estemos de acuerdo con ellos, ya por eso tenemos claro el don de Dios.  Si no somos con Cristo corredentores, si no somos con Cristo servidores de nuestros hermanos, seremos lo que seamos, pero no podemos decir que hemos encontrado el don de Dios, porque nos estamos engañando.

Cuando el Señor nos llama a la fe cristiana, es para llenarnos de cosas cotidianas y normales, como es cada una de nuestras vidas. En lo cotidiano está el don, no tenemos que buscar cosas extraordinarias ni milagros ni cosas raras.

Pidámosle a Dios que nos conceda abrir nuestro corazón al Su Don, pero también pidámosle que nos permita abrir nuestro corazón para que también nosotros, corredentores, compañeros y servidores, sepamos ser don de Dios para los demás.  Este sentimiento provoca unidad entre los seres humanos, y unidad es una de las principales carencias que tenemos los mexicanos, luchemos por revertirla en bien de nuestro país, ¡por México y para México!



La cultura de la indiferencia religiosa


Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

 

Indiferencia: broquel del egoísmo, daga de la pasión,
consuelo del escepticismo, recurso del soñador, caudal del tonto.
El ateísmo es un medio, al alcance de todos los simples,
de negar lo que no comprenden.  

 

 

Una locución, quizá no tan usada en el lenguaje ordinario de las sociedades contemporáneas es el de la indiferencia religiosa. Delante del fenómeno de la secularización que predecía la desaparición del ámbito religioso en la sociedad moderna, se ha comprobado, que lejos de desaparecer, el horizonte religioso ha crecido con nuevo vigor, aunque si bien con una orientación diversa.

La secularización del contexto moderno ha dejado una expresión religiosa de tipo subjetivista; despreciando cualquier clase de institucionalización de la esfera religiosa que pretenda proponer la verdad absoluta de su credo. Para algunos, el único canal de supervivencia de la religiosidad se encuentra en la presentación de contenidos religiosos evolutivos y polifacéticos, cualquier clase de desarrollo dogmático tradicional conduciría a la petrificación religiosa y a su anacronismo. Otros observan que la religiosidad permanecerá vigente en la medida que pueda ofrecer, una propuesta seria sobre al sentido de la vida, al que la modernidad no ha podido responder.

Por otro lado, los derechos del hombre vienen defendidos, pero sin referencia al Trascendente Personal. Estamos delante de un nuevo humanismo, un humanismo auto idolátrico, narcisista "Yoísta", del concreto individuo, no del género humano, como lo fueron el renacimiento, el racionalismo, el idealismo alemán o el marxismo, ni siquiera del tipo reflexivo existencialista, sino de la absoluta subjetividad hermética de cada individuo.

La decepción de la razón y su acelerada caída, han afirmado en la nueva religiosidad una ruptura entre creencias profesadas y regla moral. Cualquier pretensión de norma es visto como atentado  a la autonomía moral del individuo.

El hombre ya no es centro de todo, sino el "yo". El hombre es solo, de ahí que busque una disolución de su soledad en la naturaleza, con la cual forma un solo elemento, pero que paradójicamente explota y destruye para lograr el confort, que constituye el valor absoluto de bondad.

Desde el ámbito fenomenológico la incredulidad no se presenta como corriente de pensamiento ateo, mucho menos como fenómeno claramente manifiesto, sino como un dato extendido en la realidad occidental, que no es rechazado por la sociedad, ni contestado por los creyentes. Aparece pues, como una corriente envolvente, una mezcla de apatía, relativismo y tolerancia con respecto a la realidad trascendente. Hablar o no hablar de Dios, es realmente indiferente improductivo. El ateísmo teórico ha sido tan efectivo en las décadas pasadas, que se transformado en un estilo asimilado de vida, donde la fe, viene suplantada por el sentimiento religioso, expresión emotiva de la inmanencia. El ateísmo no necesita ya combatir la trascendencia de Dios, hoy se vive el sepelio de Dios en la cripta sentimentalista de la yo.

El paradigma dominante de bienestar, propone la felicidad como autosuficiencia y bienestar individual en materia económica, se erige como el único horizonte creíble de realización humana, para lo cual es preciso renunciar a la identidad histórica, la pertenencia familiar, la memoria regional, el marco de valores tradicionales y todo aquello que suponga un obstáculo a la uniformidad industrial de producción y a la generación económica.  Las tradiciones son vistas como mero atavismo ancestral que impide la realización personal, por ello han de ser superadas por nuevas tradiciones, no comunitarias, sino individuales, ligadas a momentos "mágicos" de sentimiento.  De este modo se intercambia la dimensión histórica de la fe y los sacramentos cristianos, con la expresión hermética de las propias formulaciones religiosas basadas en la emoción y la mágica fuerza de los amuletos personales.

La globalización como instrumento de propagación de este modelo atomizador, ha influenciado grandemente la no creencia, mediante un paradigma de felicidad norteamericano, que relativiza la relación con el Trascendente, recluyéndolo aún más en el ámbito subjetivo, igualando así las diversas formas de valores culturales y reduciendo el impacto y continuidad de la transmisión de la fe.

El resurgimiento religioso parece orientarse en dos direcciones precisas y diversas del desarrollo previo:

1) La negación de la objetividad de la realidad Trascendente, que por lo tanto no puede ser administrada u ofrecida por ninguna clase de institución religiosa; implicando así el desprecio por la dimensión histórica y Reveladora de la fe.

2) El rechazo o indiferencia a lo que signifique alteridad, la divinidad no puede ser "Personal", ello implicaría diversidad, Autoridad y Obediencia.  La vivencia colectiva sólo tiene valor en cuanto los otros sienten lo mismo que yo. La iniciación es válida para estas nuevas formas religiosas en la medida que permite sentirse o reconocerse como protagonista de esta acción o cuando permite tener emociones "fuertes".  Ello explicaría el auge occidental del modelo asiático monista de trascendencia lo humano y lo divino identificados y disueltos.

La opción religiosa o de creyente es asunto meramente subjetivo, de elección personal, cuyos efectos son también subjetivos y objetivamente en nada distintos de los que un no creyente experimenta.  No hay diferencia entre creer y no creer.  La creencia de fe no aporta ningún beneficio o privilegio objetivo, cualquier clase de razonamiento que intente mostrar que la fe da respuestas a lo que el no creyente no tiene, se ve observado como anticuado, iluso y autoritario.  Esta situación proviene de la aceptación legal en que los no creyentes poseen valores propios, dignos de respeto e iguales a los cristianos.  El impacto y las modalidades de secularismo y el relativismo presentes en la mentalidad actual de los católicos, podría requerir diversos convenios sobre el argumento, como uno de los rasgos culturales que configuran la actual sociedad tecnócrata.

Solamente cuando la fe es puesta como respuesta histórica al mensaje de Jesucristo, viene vista como objetivamente distinta a los valores de los no creyentes, pero precisamente por ser histórica, pero no viene valorada como opción de superioridad antropológica, sino sólo como una misión en la historia, no diversa del determinismo.

Así cualquier expresión radical de la fe es vista como sectaria.  Hacer presente la fe en lo cotidiano se vuelve rareza. Del mismo modo la afirmación sin ambages de identidad católica es criticada como fundamentalismo, del mismo modo que la pertenencia a una experiencia comunitaria eclesial se denuncia como integrismo o gueto.  Y esto, no por las demás religiones, sino por los mismos católicos que ha fuerza de contemporizar con el secularismo, ha generado una propuesta católica "light".

¿Será que la insatisfacción de la experiencia religiosa de la fe católica en nuestras sociedades, es el resultado de una vivencia intensa de la fe, descubierta como fraude? ¿No será más bien el rechazo a formas ingenuas, corrompidas y superficiales de una religiosidad popular "light", de moralismo legalista e ignorancia histórica? ¿La indiferencia no estará invocando de alguna manera una forma más radical de experiencia del Trascendente precisamente en la historia y una vivencia más intensa y personal de la vida comunitaria?

 


Invertir en futuro


Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

La previsión es un sueño del
que nos despierta el hecho.

 

 

Un hombre estaba perdido en el desierto. Parecía condenado a morir de sed. Por suerte, llegó a una vieja cabaña destartalada, sin techo ni ventanas. Merodeó un poco alrededor hasta que encontró una pequeña sombra donde pudo acomodarse y protegerse un poco del sol. Mirando mejor, distinguió en el interior de la cabaña una antigua bomba de agua, bastante oxidada. Se arrastró hasta ella, agarró la manivela y comenzó a bombear, a bombear con todas sus fuerzas, pero de allí no salía nada. Desilusionado, se recostó contra la pared sumido en una profunda tristeza. Entonces notó que a su lado había una botella. Limpió el polvo que la cubría, y pudo leer un mensaje escrito sobre ella: "Utilice toda el agua que contiene esta botella para cebar la bomba del pozo. Después, haga el favor de llenarla de nuevo antes de marchar".

El hombre desenroscó la tapa, y vio que efectivamente estaba llena de agua. ¡Llena de agua!  De pronto, se encontró ante un terrible dilema: si se bebía aquella botella, calmaría su sed por un pequeño tiempo, pero si la utilizaba para cebar esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca del fondo del pozo, y podría tomar toda la que quisiera, y llenar sus cantimploras vacías, pero tal vez no, tal vez la bomba no funcionara y desperdiciaría tontamente todo el contenido de la botella, teniendo tanta sed. ¿Qué debía hacer? ¿Debía apostar por aquellas instrucciones poco fiables, escritas no se sabe cuánto tiempo atrás?

Al final, se armó de valor y vació toda la botella en la bomba, agarró de nuevo la manivela y comenzó a bombear. La vieja maquinaria rechinaba pesadamente. El tiempo pasaba y nuestro hombre estaba cada vez más nervioso. La bomba continuaba con sus chirridos secos, hasta que de pronto surgió un hilillo de agua, que enseguida se hizo un poco mayor, y finalmente se convirtió en un gran chorro de agua fresca y cristalina. Bebió ansiosamente, llenó sus cantimploras y al final llenó también la botella para el próximo viajante. Tomó la pequeña nota y añadió: "Créame que funciona, eche toda el agua".

Esta sencilla historia nos recuerda una realidad constantemente presente en la vida de toda persona: cualquier logro supone casi siempre aplazar una posible gratificación presente y correr el riesgo de que ese sacrificio resulte improductivo. Y aunque es cierto que buena parte de nuestros esfuerzos son improductivos, o al menos lo parecen, es igual de cierto que cuando tendemos a contentarnos con satisfacciones a corto plazo y no invertimos en objetivos mejores a un plazo más largo, es fácil entonces que nos deslicemos por la pendiente de la mediocridad o del conformismo. Cada día se nos presentan oportunidades que nos pueden ayudar a ser mejores personas, o que nos abren puertas que nos conducen a situaciones mejores. Y si no apuestas, si no inviertes en el futuro, es seguro que al final habrás perdido. Porque hay trenes que se pierden y luego vuelven a pasar, pero otros no.

Todos debemos sacrificar cosas de un orden inferior para lograr otras que son de orden superior. No podemos acostumbrarnos a rehuir esos desafíos. Hay gente a la que le resulta difícil pensar en el después, que está acostumbrada a dejar las cosas para más adelante, y eso hace que su vida sea una vida desorganizada, de constantes dejaciones y atropellos, una vida de la que apenas se tiene control y que al final no conduce al puerto deseado.

Las personas que procuran acometer cuanto antes el deber costoso se sienten psicológicamente más despejadas, y quienes tienden a retrasarlo se sienten más decepcionadas y frustradas. Empezar, de entre las tareas pendientes, por la que a uno más le cuesta, suele ser un modo de proceder que aligera la mente, aumenta la eficacia de nuestros esfuerzos y mejora nuestra calidad de vida. Quienes siempre encuentran motivos para demorar lo que les cuesta, son personas que viven tortuosas esclavitudes, por mucho que lo decoren con apariencias de feliz espontaneidad o de bohemio abandono.

Y en tu huerto invernal, reserva un poco de lento sol para dorar tus horas.


EU sigue de líder inversionista en México

Realizó inversiones directas por 7,606 millones de dólares en territorio azteca; la UE en segundo lugar

Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

A pesar de que empresas europeas participaron en dos grandes adquisiciones de compañías mexicanas, Estados Unidos se colocó como el principal inversionista en México durante 2004, una posición que ha mantenido en la última década.

En 2004, el banco español BBVA compró acciones de Bancomer por 4,200 millones de dólares y el grupo suizo Holcing adquirió la cementera Apasco por 450 millones de dólares.

Hasta antes del 15 de febrero, aún no estaba claro si Estados Unidos retendría su primera posición como país inversionista en México, debido a la abultada participación que le darían a la Unión Europea esas dos transacciones.

La administración del presidente Vicente Fox informó que México captó 16,600 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa (IED) en 2004. De ese monto, Estados Unidos participó con 7,609 millones, mientras que la Unión Europea lo hizo con 6,365 millones.

Miles G. Bryant III, presidente de la Cámara Americana de Comercio (AmCham México), estimó que Estados Unidos seguirá siendo el principal país inversionista en México, por arriba de la Unión Europea y Japón, con una participación de entre el 70% y el 80% del total de los flujos de IED captados por la economía mexicana.

De 1994 a 2004, las empresas estadounidenses dirigieron hacia México 92,523 millones de dólares de (IED), lo que representa un 62.8% de los flujos totales captados.

En el mismo período, las empresas de la Unión Europea invirtieron 35,638 millones de dólares (24.2%). Ese monto no incluye las inversiones de filiales de consorcios europeos establecidas en Estados Unidos.

Bryant proyectó que las empresas estadounidenses podrían enviar anualmente entre 10,000 millones y 12,000 millones de dólares de IED a México, aun si el Congreso de México no aprobara las reformas estructurales en materia energética, fiscal y educativa.

El ex director de la filial mexicana de DaimlerChrysler destacó que es tal el potencial de inversiones que pueden hacer las compañías de EU, que duplicarían esa cantidad de IED en México si se aprobaran reformas estructurales, para alcanzar así entre 20,000 millones y 22,000 millones de dólares por año.

"México requiere inversiones por 20,000 millones de dólares cada año para poder crear los empleos que necesita", dijo.


Cabildeo por reformas

 

Las cúpulas empresariales y los gobiernos de México y Estados Unidos han acelerado los trabajos de cabildeo para que el Congreso mexicano apruebe las reformas estructurales.

El próximo martes se reunirán en Los Pinos el presidente Vicente Fox, el embajador de Estados Unidos en México Tony Garza, José Luis Barraza, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y Bryant para tratar de impulsar las reformas estructurales.

Bryant destacó que ese equipo cuatripartito se reúne de una a dos veces por mes y sostiene constantemente entrevistas con miembros del Congreso de la Unión.

El miércoles pasado, Bryant conversó con el presidente Fox en Los Pinos y, aunque el diálogo se centró en la necesidad de mejorar la logística para incrementar los flujos de comercio exterior en México, nuevamente se abordó la necesidad de realizar cambios legislativos para incrementar la inversión.

La mayor parte de los temas que trata el equipo citado comprende reformas que tendrían efectos en las inversiones tanto de compañías estadounidenses como de empresas mexicanas.

"Esta administración [la del presidente Fox] está trabajando muy duro para aprobar las reformas, pero el Congreso necesita alcanzar un consenso y no sé cuándo lo hará", concluyó Bryant.

 

IED y transnacionales

 

Estados Unidos es uno de los países más integrados a la red de comercio e inversiones a nivel mundial, dijo Stephen S. Poloz, vicepresidente ejecutivo y economista en jefe de Export Development Canada, el organismo gubernamental canadiense encargado de promover las exportaciones.

Las empresas estadounidenses establecidas en México participan con gran parte del comercio bilateral con Estados Unidos, una estrategia que han seguido con un mayor dinamismo en relación con China.

Poloz informó que un 65% de las importaciones que hace Estados Unidos provenientes de China es realizado por firmas transnacionales establecidas en ese país asiático.

También destacó que del total de importaciones que realiza Estados Unidos a nivel mundial, el 48% se realiza entre las compañías ubicadas en el territorio estadounidense y sus filiales en el extranjero.

Poloz planteó que México y Canadá pueden tomar ventajas, como adquirir partes o suministros de países asiáticos para producir bienes con mayor valor agregado y exportarlos a terceros países.

Progresivamente, las empresas transnacionales cuentan con más libertades e incentivos para moverse de un país a otro en sus procesos de producción, lo cual obliga a perfilar un mayor grado de especialización y presiona a las naciones a brindar un mejor ambiente para los negocios.

 



Imprescindible avivar el ingenio de la cocina mexicana ante la perversión de las tradiciones

 

Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

Manuel Tolsá, escultor y arquitecto, nació en Valencia, España en 1757, llegó a la Nueva España en 1791 como director de Escultura de la Academia de San Carlos, creada en esa misma época.  Una vez en la capital realizó varias obras arquitectónicas de importancia para el ayuntamiento como la introducción del agua potable, la revisión del desagüe del Valle de México, la construcción de los baños del Peñón y la realización de nuevos planos para la Alameda y el Coliseo.  A Tolsá se debe la construcción del Palacio de Minería, las casas de los marqueses de Apartado y Selva Negra y la conclusión (fachada y cúpulas) de la Catedral metropolitana.  Trabajo también en la provincia: en Guadalajara (Hospicio Cabañas), en Puebla (el Ciprés de la Catedral), en Toluca (la fuente y el obelisco), además de otras obras destacadas.  Como escultor, su trabajo no fue menos importante: la estatua ecuestre de Carlos IV (el Caballito), el busto de Hernán Cortés, el altar mayor del Templo de Santo Domingo y el de las Capuchinas.  Trazó los planos para el primer cementerio civil y para la plaza de toros, así como los de numerosos templos, conventos y palacios en la capital y el interior de México.  Fabricante de muebles, diseñó y realizó hermosos domos religiosos.  Murió en la Ciudad de México en 1816.

El Palacio de Minería alojó durante más de siglo a la Escuela Nacional de Ingenieros de la Universidad Nacional de México ---Autónoma a partir de 1929---, mi Alma Mater.  Cuando se trasladó a sus nuevas instalaciones en la Ciudad Universitaria, por instancias del Ing. Bernardo Quintana (ya finado), el precioso inmueble quedó a cargo de la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería (SEFI), que lo restauró y se ha destinado para realizar actividades culturales.  Una de esas actividades es la Feria Internacional del Libro que se realiza cada año.

Gracias al Internet, el pasado mes de febrero pude realizar una visita virtual a la citada Feria, en donde, entre tantas cosas interesantes, pude penetrar a una conferencia del investigador José N. Iturriaga sobre la cocina popular mexicana.

Cuando el investigador habla sobre la gran riqueza de la buena mesa mexicana, su voz resuena como la de un antiguo sabio al que por alguna extraña suerte le fue concedido conocer los secretos de todos los sabores creados por el hombre en el laboratorio más antiguo de la historia: la cocina.

Los sabores de la gastronomía mexicana integran una de las grandes cocinas del mundo, afirmó el coordinador de la colección Cocina indígena y popular, la cual fue presentada en la referida Feria.

"Si comer representa un acto biológico, cocinar es un acto cultural. En ese sentido, lo que esta colección muestra a los amantes de la cocina, es que la diversidad cultural del país manifestada a través de sus alimentos y formas de preparación, es vigente gracias al conocimiento transmitido verbalmente".

José N. Iturriaga señaló que los 54 volúmenes que conforman este trabajo cubren 29 entidades de las 32 que integran la República y 33 grupos indígenas de los 62 existentes, por lo que faltan tres estados y 29 culturas originarias de las que es necesario recabar su información culinaria.

La colección puede crecer al doble o al triple, ya que la información sobre gastronomía indígena y popular de México es abundante. Sería muy importante que la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas continúe ese trabajo, añadió.

El ex director de Culturas Populares en el sexenio anterior, explicó que nuestra cocina es vasta ya que tiene dos aspectos cruciales a su favor. "México ocupa el segundo lugar en diversidad cultural. En el territorio nacional existen 62 lenguas maternas y sólo la India nos supera en este rubro al contar con 65 idiomas. Además, somos cuarto lugar en biodiversidad, luego de países como Brasil, Colombia e Indonesia. La diversidad cultural y la biodiversidad son ejes fundamentales en la generación de conocimientos y tradiciones, por lo tanto, la cocina es un aspecto esencial de ese patrimonio".

La investigación que dio origen a la colección Cocina indígena y popular se realizó en un periodo de tres años; la primera edición salió en 2000 y más de 200 personas trabajaron para que sus ejemplares llegaran a la cocina del público nacional y extranjero. En este arduo proceso, sobresalió la labor de un gran equipo de promotores culturales, quienes conversaron con casi mil informantes, es decir, amas de casa y cocineros de todas las regiones quienes compartieron sus recetas.

La presentación de la primera edición se efectuó hace casi cinco años y fue tan exitosa, que José N. Iturriaga y Henoc de Santiago, director de Educal, quien participó en la ceremonia, recordaron que tan sólo en esa ocasión se vendieron más de siete mil libros y que la colección completa cuyo tiraje inicial fue de más de 100 mil ejemplares, se agotó en pocos meses.

"Esperamos que tenga la misma suerte. Quienes trabajamos en este proyecto teníamos algunas dudas sobre si el tema de la gastronomía en un número tan alto de volúmenes iba a ser bien recibido. Hoy nos damos cuenta que cualquier expectativa quedó rebasada", aseveró Iturriaga quien agregó:

"Este es un trabajo gastronómico y antropológico que pone de manifiesto lo importante que es mantener el ingenio de la cocina ante la perversión de las tradiciones".

A decir de Henoc de Santiago, director de Educal, éste es uno de los proyectos editoriales más exitosos del Conaculta, ya que ha vendido en todo el país más de 100 mil ejemplares. Por su parte, Teresa Blanco, subdirectora de difusión y prensa de la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas, quien asistió en representación de Griselda Galicia, titular de dicha área, señaló que esta colección representa un recorrido por la geografía y la historia mexicanas, gracias a estas recetas generacionales enriquecidas por la sazón de sus cocineros.

De los 54 volúmenes de la colección Cocina indígena y popular, editada por la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas, 29 corresponden a las culturas originarias, 23 son de cocina popular y cinco pertenecen a grupos culturales minoritarios como los menonitas y los negros mascogos de Coahuila.



Muerte, ¿dónde está tu victoria?


Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

Aun resuena en mi mente de mis aquellos,  ya muy lejanos, 17 años, la palabra ronca de un sacerdote ya mayor, añadiendo como coletilla a sus pláticas de ejercicios cuaresmales: "Mira que te has de morir. Mira que no sabes cuándo."

No obstante, se ha caído en una gran trampa, porque se ha predicado, presentado, explicado con sermones y charlas cuaresmales todo el contenido de la cuaresma, con su contenido de conversión, como objetivo principal, como lo nuclear, como lo principal, como lo esencial del misterio al cual la misma Cuaresma nos está preparando: la Resurrección de Jesucristo, al tercer día, de entre los muertos.

Y la Cuaresma nos ha preparado con horas extras, horas durante todos los días y aún antes de la Cuaresma, renovando y sacando a la luz un año más, todos los símbolos y gestos de un arrepentimiento y conversión vacíos de Jesucristo y llenos de nuestros sentimientos de un oscuro pesar, no sabemos de qué.

Acabada la Cuaresma, se acabó todo. Se acabó todo esfuerzo y todo proyecto de futuro de la renovación, de la conversión de nuestra vida.

El único proyecto era la Cuaresma, con todo su folclore, de procesiones de kilómetros, a recorrer en 16, 20 o más horas, pasos o carrozas con figuras de la Pasión de Jesucristo, penitentes y flagelantes, encaperuzados, nazarenos con cadenas o con cruces, costaleros, sangrándoles los hombros de pujar los pasos o carrozas.

¡Qué gran trampa! Porque lo importante no es la cuaresma, momento, etapa de preparación al Gran Misterio. El período de Cuaresma queda desproporcionado en su intensidad y vivencia. Lo importante, qué digo importante, lo fundamental, es la Resurrección del Hijo de Dios de entre los muertos.

"Muerte, ¿dónde está tu victoria? Muerte ¿dónde está tu aguijón?"

Se me va la imaginación por lo que conozco: Semana Santa de Andalucía, de Castilla, de Ixtapalapa, o de Taxco, aunque digan que es diferente.  Llega el Sábado Santo y todo se acabó.  Ya hemos acabado.  Los recuerdos de nuestros pecados, de nuestros arrepentimientos, quedan aparcados.  Ahora, a descansar de tantos trabajos extra, que hemos tenido en los cuarenta días y sobre todo de esa gran Semana, que la llamamos Santa, en la que nos volcamos y quedamos vacíos en cuerpo y mente para vivir el Gran Misterio al que todo ese periodo o etapa nos había preparado.  Todo se acabó, todo se acabó.  Llegamos al final. Adiós Resurrección, para la que nos estaba preparando.  Estamos cansados y hartos ya de tanto "trajín".

LA RESURRECCIÓN DEL HIJO DE DIOS DE ENTRE LOS MUERTOS... ya hablaremos más tarde, que ahora estamos cansados, agobiados, de procesiones, y todo lo demás de la Cuaresma. UHF! 40 días y más, trabajando y preparando para que todo salga bien. Las procesiones de "pasos" de imágenes preciosas, las bandas de música con ensayos y ensayos, los vía crucis procesionales con cruces penitenciales a los hombres y los cirios y los hachones, y los quinarios de dolor...

Para qué todo este esfuerzo, todo este tinglado de millones y millones, para que todo salga bien y se vea bonito, que esté bien, que guste y satisfaga a todos, por esa tendencia del ser humano, harto de tensiones, a descargarse de sus tensiones internas, de su culpabilidad, por cierto masoquismo de toda esta Cuaresma que hemos montado y que cada vez degenera en un gran espectáculo y un trajinar en las parroquias, preparando todo...

La Semana Santa ya se comercializó, nadie la entiende, todo es fiesta pagana, termina la fiesta y la humanidad sigue en lo mismo: asesinatos, secuestros, violaciones, asaltos, droga, guerra, etc., etc.  Pero aquello de: "Amaos los unos a los otros"; "Ama a tu prójimo como a ti mismo"; "No le hagas a nadie lo que no quieres para ti", el amor que Jesucristo predicó con el ejemplo, ¡Ah!, eso… eso es para los tarugos y dejados.

 

¡Por favor seres humanos….!

 

¡IMITEMOS A CRISTO!

 


Organización en el área de trabajo

 
Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

 

Es común llegar a un taller, de la especialidad que sea, y ver desorden y suciedad por doquier.  La primera impresión, que según se dice es la que vale, es de repulsión y obviamente de desconfianza sobre la calidad y eficiencia del trabajo que ejecutan.

Desarrollar mejores sistemas, métodos y procedimientos para mejorar los productos y servicios deberían ser los objetivos de todo negocio, no sólo la producción o la ganancia.

Cualquier empresa exitosa puede ofrecer al cliente mejores productos con entrega a domicilio y a un precio más barato que otras compañías porque mejoró sus procesos de producción. Pudo reducir los desperdicios de partes, recortes de materiales, pérdidas de productos, embotellamientos de producción y esperas para sus clientes.

Producir productos mejores y más baratos al ponerlas a la par con los prototipos, a la vez que captura una parte mayor del mercado de alta tecnología.  Uno de los conceptos de la manufactura incluye la organización en el área de trabajo; es decir, crear hábitos como sortear, simplificar, asear, estandarizar, sostener y dar seguridad.

Sortear es cuando el trabajador inspecciona su área de trabajo y separa todas las herramientas y utensilios que utiliza diariamente para su trabajo de aquellos que raramente usa. Para lograrlo, puede colocar etiquetas de diferentes colores a todos los artículos que no necesita en su área de trabajo y almacenarlos en un lugar cercano.

Simplificar es poner en orden todos los artículos que usa en su trabajo en un lugar apropiado. Puede identificar con rótulos el lugar de cada utensilio para regresarlo al mismo lugar después de utilizarlo. Al organizar su área de trabajo los empleados invertirán menos tiempo y esfuerzo para realizar sus tareas.

Asear quiere decir que toda el área y los utensilios y herramientas estén limpios. Esta práctica le ayudará a saber cuándo hay irregularidades de procedimientos o mal funcionamiento de equipo y maquinaria. Después de todo, a nadie le guste trabajar en un lugar sucio, con polvo y mugre. Esta disciplina también le ayudará a que sus empleados trabajen en un lugar y sin accidentes.

Estandarizar es establecer formas de revisión que indican los artículos, maquinaria y utensilios con que se cuenta, quién los usa e inspecciona y la frecuencia de inspección. Es importante mantenerlas al día para que este sistema funcione; de lo contrario, no vale de nada.

Sostener significa que todos los trabajadores están convencidos del valor de mantener un ambiente de trabajo limpio y seguro. Todos se esfuerzan por cuidar su área de trabajo y por protegerse de la mejor manera. Todo el personal apoya el esfuerzo de un lugar organizado y seguro.

Seguridad en el trabajo es responsabilidad de todos en la empresa. Asegúrese que el área de trabajo esté libre de materiales tóxicos, cables y alambres rotos, de maquinaria que no funciona según sus especificaciones, de líquidos regados, muebles y herramientas que no funcionan como deben, etc.

 



¿Qué se debe?


 Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

 

 

 

No es que las cosas se hayan puesto mucho más caras; es que nuestros bolsillos andan mucho más depauperados. Y, al escuchar el precio de las cosas, uno siente cómo el tembleque le sube desde el bolsillo hasta el cerebro. Y el cerebro se queda pasmado y como de una pieza de hielo... « ¡Dios mío, cuánto cuesta vivir!», suele exclamar uno. Sobre todo si «uno» -o mejor, «una»- es ama de casa tirando del carrito de la compra, padre de familia ante el presupuesto doméstico o usuario frente a cualquier factura de teléfono, agua o chapucilla de fontanero.

Por eso no sé si nos quedaríamos infartados por la emoción o zapatearíamos de contento si, al formular el fatídico interrogante de « ¿Qué se debe?», nos respondiesen con un: «No se debe nada... Gratis, por ser para usted» « ¡¿que, qué?!», se diría uno ante tan inesperada y colosal noticia.

Bueno pues, en realidad, no haría falta preguntar. El mundo rebosa de cosas, sensaciones, placeres, premios, galardones y gratificaciones que son gratis, de balde, de oquis y por nuestra cara bonita. Como lo escuchan. Como lo escuchamos.

Lo que pasa es que pasa precisamente lo contrario: que no oímos. Nuestras materializadas orejas son incapaces de escuchar los maravillosos y seductores cantos de sirena de estos dones gratuitos que nos rodean.

Muchas veces nos comportamos, bobamente, como si lo que no tiene un precio no poseyese ningún valor, como si lo que es de balde fuese, consecuentemente, despreciable.

Pues... ¡Se acabó! Creo yo que hay que entrar a saco y a mansalva en este inmenso supermercado de dones gratuitos que es nuestra vida, la de todos, y salir cargadísimos de regalos; de todo eso que la existencia ofrece -y que es muchísimo- sin pedir un céntimo.

«Sírvanse ustedes mismos -nos dice el mundo-, que es gratis»: el sol y la lluvia, pasear, una carcajada, discutir, apretar una mano hermosa deformada por el artritismo y el trabajo, escuchar la cháchara tonta e ilusionada de los críos...

Es gratis jugar a las adivinanzas, intercambiar recuerdos, solucionar en una tertulia los problemas del tráfico de las ciudades.

Es gratis contemplar minuciosamente los árboles que bordean un camino y las matas de jara y tomillo que pueblan un monte.

Es gratis caminar tranquilamente por la playa recontando los restos, los hermosos guijarros y las inverosímiles conchas que ha dejado sobre la arena el naufragio cotidiano.

La soledad es gratuita y no totalmente horripilante. No siempre es pavoroso quedarse unos minutos, unas horas, unos días a solas y ahondar hasta las raíces de uno mismo para ver qué ha quedado atesorado en las entretelas del alma.

Los amigos son gratis, salvo esas veces que piden tabaco o dinero. La amistad es un esparcimiento, un esponjamiento del espíritu que está ahí, cada instante, para que recarguemos las baterías de la felicidad.

También el dolor es gratis y, aunque a primera lectura, suene a burrada, hay que aprovecharlo: del dolor salen el temple, la paciencia, la fortaleza, que son otros regalos de aquí te espero.

Es gratis sonreír, pedir que se haga justicia y opinar sobre la guerra y la paz. Es gratis escuchar la música de una noche tranquila, cuando los coches y los hijos se han ido a dormir. Y es gratis disfrutar de la percusión de un chaparrón sobre el asfalto bien arrebujaditos entre las mantas de nuestra cama.

Es gratis dejarse empapar por el olor a tierra mojada. Y es gratis, salvo que diga lo contrario un guardia forestal, rozar la hoja peluda y cálida de una higuera.

El inventario, obviamente, no es exhaustivo ni pretende serlo: es el que se me ha ocurrido en unos pocos minutos, harto ya de pagar, cuando el uso de la tarjeta de crédito se me ha puesto en la coronilla... Completar o cambiar esta lista de dones de balde también es gratis, para que vean... Lo único que hace falta es un poco de tiempo. Y no crean a pies juntillas eso que se dice tanto de que el tiempo es carísimo, «oro»: El tiempo es otro regalo que nos pusieron en las manos desde el principio de los tiempos.


También en San Juan hace aire

El acero y el desempleo en EE. UU.

Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

Es tanto lo que se dice que cuando en Estados Unidos sopla una brisa en México sopla un huracán, que ante cualquier vaivén en su economía hay que estar preparados para un fuerte sacudimiento en la nuestra.  

Un serio problema que hoy tiene la industria manufacturera de EU para reanimar al fin sus exportaciones es el de los elevados precios del acero.

Hace unos días la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipamientos de EU (MEMA), que agrupa a 700 compañías y casi un millón de trabajadores, reportó que cinco empresas ya han quebrado y miles de obreros han sido despedidos a causa del alto costo del acero.

En enero último, el precio promedio de una tonelada en EU subió en un 66% con respecto a junio pasado, y se colocó en 482 dólares, según un estudio de la firma Meps International.

MEMA, que contribuye hasta con un 70% en los componentes de los automóviles y camiones que circulan en EU, asegura que el acero caro la golpea muy duro.

Esto es grave, pues los fabricantes de automóviles, que ya tienen dificultades para subir sus ventas, verían empeorar la situación si tienen que subir los precios por la carestía del acero.

Aunque en un principio una causa del alza de los precios fueron las tarifas contra el acero importado decretadas por el presidente Bush en 2002, para proteger a la siderurgia estadounidense de la competencia extranjera, lo cierto es que luego de suspender dichos recargos aduaneros, en diciembre de 2003 los precios continuaron subiendo.

Creo que una de las causas básicas es el espectacular aumento del consumo en China, cuya demanda creció el año pasado en 38 millones de toneladas, el mayor salto registrado nunca en el mundo y equivalente al consumo combinado de Canadá y México.

Otro factor es el mayor consumo en EU debido al repunte de la economía. Además, un incendio en una mina de hulla —se utiliza en la fabricación de acero— de Virginia en 2003 redujo la producción siderúrgica del país. También la caída del dólar ha encarecido las importaciones. O sea, a corto plazo no se vislumbra una baja del precio del acero.

En el otro lado de la moneda —en economía siempre hay ganadores y perdedores— se hallan los fabricantes de acero que, en cambio, registraron en 2004 incrementos de ganancias del 60%, o más, y llegaron a utilizar su enorme capacidad instalada en un 94%, contra el 79% en 2001, según datos de MEMA.

Para 2005, algunos expertos creen que se podrá utilizar al tope el 100% de la planta siderúrgica instalada en EU, algo casi inaudito.

En fin, el panorama es complicado y apunta a ponerse peor, pues aquí los ganadores son mucho menos que los perdedores —en primer lugar la industria manufacturera—, quienes podrían obligar a los consumidores a pagar los platos que no rompimos.

 



México, a la conquista del Silicon Valley

 
Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

Se habla mucho sobre la invasión científica, tecnológica y social de México por los Estados Unidos.  En cuanto a los dos primeros ni hablar, se está dando desde hace mucho, y cabe decir que no nada más en México, es verdaderamente apabullante la ventaja que nos llevan, de hecho en ciencia y tecnología estamos totalmente en sus manos.  Pero, en cuanto al tercero esta dudoso, y casi me atrevería a decir que es al revés, pues es impresionante la influencia que han impuesto los mexicanos que viven allá, principalmente en los estados de California, Arizona, Nuevo México, Texas e Illinois, tanto que en el primero hasta los estadounidenses dicen que es la reconquista del estado de California por parte de los mexicanos.

México inició un programa de aceleramiento de negocios con el apoyo a seis empresas de alta tecnología para vincularse con centros de investigación y desarrollo en el Silicon Valley, en California, Estados Unidos.

Ese programa fue inaugurado por el secretario de Economía, Fernando Canales Clariond, el pasado 28 de febrero en San José, California, donde la media docena de empresas mexicanas comenzará a hacer sus primeros contactos para capitalizarse y colocar sus productos y servicios.

Cada una de las seis empresas recibirá un apoyo de un millón de pesos a fin de que fortalezcan sus proyectos de innovación, informó Sergio García de Alba, subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa de la Secretaría de Economía.

En el Silicon Valley se han establecido aceleradoras de negocios, como la coreana I-PARK o la japonesa U.S.-Japan Business Incubation, que ayudan a empresas de sus países a establecer alianzas con las grandes firmas estadounidenses.

La Fundación México Estados Unidos para la Ciencia (Fumec), que coparticipa en el programa, afirma que a pesar de la cercanía geográfica, las compañías de tecnología de origen mexicano no han aprovechado las oportunidades de lanzar sus productos y servicios en el Silicon Valley.

Las empresas mexicanas recibirán accesoria de la Fumec y de la organización no gubernamental The Enterprise Network (NET).

El grupo de empresas apoyadas lo integran: 3DMX, de estudios de animación de multimedia, que ya ha tenido éxito con productores cinematográficos y de videojuegos de Estados Unidos; Medida, de comunicaciones y aplicaciones inalámbricas; e Innovamédica, desarrolladora de ingeniería biomédica.

Además están Seguridata Privada, especializada en electrónica y criptografía; Operadora JackBe, de redes y sensores inalámbricos, y Stakeware, de aplicaciones en internet.

Las empresas, elegidas de entre un grupo de 79 participantes, irán a San José a "conquistar el mercado estadounidense y a conseguir fondos de capital de riesgo", dijo García.

Además de las seis empresas con las que arrancará el programa, otras tres también obtuvieron un apoyo de un millón de pesos, cada una, mientras que otras 14 recibieron 500 mil pesos individualmente.

"Con esos recursos, podrán mejorar y llevar a un mejor grado de maduración sus proyectos", agregó el funcionario.

Otras empresas que participarán en la aceleradora de negocios son: ASCI, Tralcom, Blocknetworks, Pess y Azertia Tecnologías de la Información de México.

"Éste es un evento histórico, porque nunca se había demostrado que México sí tiene empresas de alta tecnología que pueden conquistar los mercados internacionales", dijo Alejandro González, director general para la Innovación Tecnológica de la Secretaría de Economía.

González, ex consejero económico de México en países como Singapur, Canadá e Israel, comentó que, de acuerdo con su experiencia, prácticamente nadie en el extranjero cree que México puede contar con empresas de alta tecnología.

Otras 14 empresas, entre ellas Pigmentos Maya, Simitel, Ganeare Technology y Amplitec, recibirán apoyos de "aceleramiento virtual", con lo que podrán hacer contactos con empresas del Silicon Valley sin estar en San José.

En el Silicon Valley hay instalaciones corporativas de alcance mundial como Intel, Oracle, Apple, Netscape, Cisco Systems, e-Bay, Google, Sun Microsystems y Yahoo, la mayoría de las cuales nació allí.

El término Silicon Valley fue acuñado por el periodista Don C. Hoefler en 1971. Silicon (silicio) alude a la alta concentración de industrias en la zona, relacionadas con los semiconductores y las computadoras; Valley se refiere al Valle de Santa Clara, aunque en la actualidad se podría también aplicar a los alrededores.

Cuando el presidente de México, Vicente Fox, visitó San José, California, en la primavera de 2001, destacó la importancia de esa región para la economía mexicana.

 "Las compañías de Silicon Valley tienen muy altas exportaciones al mercado mexicano, es por eso que hemos venido para promover el comercio y la inversión en ambas direcciones, puesto que me parece que estamos hablando de dos economías muy fuertes y crecientes", dijo Fox.

"Por lo tanto, las economías de California y de México cuanto más comercio tengan, más beneficiarán a todos", agregó.

Según Clint E. Smith, profesor emérito de la Universidad de Stanford y miembro del consejo de la Fumec, la acción permitirá a las empresas mexicanas el acceso a inversionistas del Silicon Valley, lo mismo que a alianzas empresariales, universidades y negocios sobre know how.

Además, dará facilidades para lograr contactos con clientes y oportunidades de desarrollo tecnológico conjunto entre las corporaciones de México y los centros de investigación universitarios, como los de Stanford y Berkeley.

A diferencia de una incubadora de negocios, la acción de aceleración apoya a empresas con cierto grado de madurez en México, pero con limitaciones para expandirse internacionalmente.

 



¿Por qué el buen humor es característico del buen cristiano?

 

Enrique Galván-Duque Tamborrel
marzo / 2005

 

De risa y no de lágrimas es mejor escribir,
ya que reír es lo más humano.

 

 

¿Cuál puede ser hoy el valor del sentido del humor frente a los acontecimientos graves y serios por los que atraviesa la humanidad? ¿Se puede reír uno del mundo? ¿Podemos hacerlo sin ser acusados de vanos y superficiales? Sabios y santos han defendido el buen humor. ¿Para qué sirve el humor? ¿Es necesario? ¿Es aconsejable? ¿Cómo debe ser el buen humor de un cristiano?

Se cuenta que, hace ya bastantes años, el Papa Juan Pablo II estaba orando ante el sagrario cuando fue interrumpido por su secretario. Lo llamaba por teléfono el Presidente de «un importante país» (se deduce que era George Bush). El Papa no contestó. Siguió orando como si no lo hubiera oído. Una hora más tarde el Presidente norteamericano volvió a llamar y el secretario acudió de nuevo a la capilla, pero esta vez advirtiendo al Papa que debía tratarse de una cuestión muy importante. «Entonces, si se trata de algo muy importante, debo rezar más», respondió Juan Pablo II.

¿Es el humor una forma de ver la vida?- Existen dos formas de ver la vida que se contradicen o se complementan, según el modo en que se aborde la cuestión.

Uno diría: el humor es la reacción del superficial, del que no sabe tomarse la vida en serio, del que no es capaz de llegar a los profundos fundamentos que la conforman, del que se evade cobardemente de ella.

El otro diría: el humor es la atmósfera indispensable para que se den las virtudes, el signo inequívoco de madurez, la forma más realista de enfrentarse a la vida.

Ambos tienen razón. El resultado del sentido del humor es la sonrisa, y su hermana mayor, la risa. Reír es un verbo; lo importante aquí está en analizar el complemento directo, es decir, de qué se ríe uno, o de quién se ríe uno.

¿La risa superficial nos ayuda?-  No. La risa fácil, aquella superficial, es la que hace alejar al hombre de su prójimo. Las tomas falsas, las cámaras ocultas, los vídeos de primera, que a todos han hecho reír alguna vez, son ejemplo de un humor que se podría definir de superficial. No es reflexivo ni inteligente, a primera vista, no es dañino, pero en realidad fomenta en la persona una actitud negativa hacia los demás.

El que se ríe de la caída de una persona, por muy graciosa que sea, demuestra, primero, que no tiene dominio personal y se deja llevar de lo espontáneo —la risa en esos momentos lo es—; pero, además, no está mirando al otro, se mira a sí mismo en una reacción egoísta: le hizo gracia la desgracia ajena.

 

¿Existe un humorismo cristiano?-  Es un dato de hecho que algunos santos tenían una notable vena humorística; incluso supieron utilizarlo para transmitir el propio carisma. Tal es el caso —entre muchos— de San Juan Bosco que hasta tenía que hacer de mago y equilibrista.

Indudablemente, si a un cristiano le falta el sentido del humor, es señal, entre otras cosas, de una educación religiosa demasiado centrada sobre el conformismo. Hablar de verdadero sentido del humor, o de un humor propiamente cristiano, es hablar de virtudes. Es la virtud que consiste en saber utilizar la distensión necesaria y saber jugar y reír.

En una óptica específicamente cristiana, el humorismo sano asume las características de una virtud que también es don del Espíritu Santo.

¿De qué manera el humor ayuda a la vida espiritual?-  La vida espiritual obtiene grandes beneficios de un sano uso del humorismo. Tanto la experiencia de cada día, también la religiosa, como el sentido común sugieren vigilar el fenómeno del humor.

Si el sano humorismo es definible como «la capacidad de reírse de las cosas que se aman, incluidos naturalmente nosotros mismos, y seguirlas amando, el camino del humor en la vida espiritual estimula particularmente el diálogo del creyente consigo mismo y con Dios».

La simultánea capacidad de saber apartarse de las cosas y de comprometerse plena y apasionadamente en las cosas de Dios es algo más que la expresión de un profundo y sano humorismo cristiano.

En los santos se nota perfectamente cómo su profunda libertad de espíritu es compatible con un profundo sentido del humor, que no sólo es simpatía humana, buen carácter o facilidad para ser gracioso, sino comprensión de lo tremendamente relativo que es todo fuera del Único inefable que es Dios y que no cabe en cálculos humanos.

Saber trascender todo lo que no es Dios viviéndolo en Dios es saber conjugar libertad de espíritu, humildad y humorismo, y saber subrayar siempre lo positivo de todo lo que pasa.

¿Cómo se hace compatible buen humor y fe cristiana?-  No parece, desde luego, que esté el mundo para muchas risas, empezando por nuestra propia situación nacional. Y, sin embargo, nada hay más eficaz que el buen humor para expresar la plenitud de la alegría verdadera, que, si es tal, nada ni nadie, ni siquiera todos los males del mundo juntos, puede arrebatarnos.

Si no es así, el humor se degrada, deja de ser bueno, y habría que cambiarlo de nombre. No era ningún tonto quien escribió que «amor se escribe con "h" de humor».

¿"Humor" y "amor" entonces vienen unidos?-  Sin amor, ciertamente, es decir, sin fe y sin esperanza, la sonrisa se convierte en una mueca asquerosa, alejada de toda auténtica humanidad. Quizás nunca como ahora nos ha sido tan imprescindible el sentido del humor, ¡el buen humor!

Que alguien entre cadenas, encarcelado, diga que está contento y contagie su alegría a los demás, parecería cosa de locos, y hasta una broma de mal gusto, si no fuera porque se ha dado el caso real, realísimo, de tal experiencia, repetida una y mil veces a lo largo ya de dos milenios, desde que Pablo de Tarso, prisionero en Roma, escribiera así a los cristianos de Filipos: «Aun cuando mi sangre fuera derramada, me alegraría y congratularía con vosotros. De igual manera, también vosotros alegraos y congratulaos conmigo».

Es el imposible con el que se encontraron Juan y Andrés primero, y los otros apóstoles, y luego Pablo, y antes, la primera de todos, María de Nazaret: «¡Alégrate —le dijo el ángel—, llena de gracia, el Señor está contigo!».

¿Acaso no transmiten esa espontánea y, al mismo tiempo, indestructible alegría que llega a todos, con la única condición de la sencillez de corazón, las palabras y los hechos de Jesús, que llenan de estupor en su grandeza divina, tan impresionante y cercanamente humana, y que rebosan, en parejas proporciones, fuerza y ternura, seriedad e ironía?

Habían estado toda la noche bregando en el lago y no habían cogido un solo pez, y, al amanecer, Jesús resucitado, desde la orilla, va y les dice: «¡Muchachos, ¿tenéis pescado?!» Poca gracia tenía que hacerles la preguntita de aquel, en principio, desconocido; sin embargo, la ironía les resultó enseguida familiar, y Juan exclamó: «¡Es el Señor!»

Sin duda se acordaron de cuando, con tan sólo cinco panes y dos peces, ¡para nada menos que cinco mil hombres!, les dijo: «Dadles vosotros de comer; que se sienten por grupos». No podían por menos que pensar: «¿Estará loco?»

Y de cuando, ante la pequeña hija de Jairo, muerta sobre el lecho, dijo a los que allí lloraban: «¿Por qué lloráis? La niña no está muerta; está dormida». No sorprende lo que cuenta el evangelista: «Se reían de Él». Paradójicamente, tan deseable locura, llena del más nítido sentido del humor, había hecho nacer la auténtica alegría.