Aguacates por Manzanas

Enrique Galván-Duque Tamborrel Enero / 2005       China en la actualidad es el país que está deslumbrando al mundo.  Es un estado comunista, donde el jefe de Estado es responsable del Consejo Estatal por cinco años.  El Consejo Ejecutivo, constituido de 15 miembros nombrados por el jefe Ejecutivo, comprende tres miembros ex oficio y 11 miembros extra oficio.  El Consejo Legislativo está compuesto por 60 miembros.  El Poder Judicial está integrado por: Corte Suprema, Corte de Apelaciones, Corte Superior, cortes de distrito cortes de magistrados.  Las apelaciones tienen una última instancia en el Comité Judicial del Consejo Privado. Pero la realidad es otra, pues China ya entró de lleno a ser una potencia en el mercado libre, en lo que se ha dado por llamar con el término chocante y obtuso: neoliberalismo  (término que no entienden ni los que se lo aplicaron).  Pero claro que aprovecha su sistema de mano dura para controlar a las fuerzas productivas (llamémoslas: trabajadores), a quienes mantienen con salarios bajos, y por ende sus costos de producción, manteniendo con ello una posición ventajosa en el contexto del mercado mundial. México está sufriendo ese embate, varios de nuestros productos están saliendo del mercado internacional por no poder competir, no en calidad, porque la nuestra es superior, sino en precios.  Para mayor preocupación, dentro de nuestro propio país los productos chinos ---sin tomar en cuenta el contrabando--- están desplazando a los nuestros. Nuestra balanza comercial con China es deficitaria, lo que obliga a México a buscar otros mecanismos para contrarrestar esa desventaja.  Recientemente se firmaron varios acuerdos con la República Popular de China, en uno de ellos se establecen las medidas sanitarias y fitosanitarias para que México envíe a China aguacates y a cambio importe manzanas. Durante la visita del vicepresidente chino, Zeng Qinghong, fue firmado un memorando de entendimiento entre la Secretaría de Agricultura y la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena de China en el campo de medidas sanitarias y fitosanitarias para la exportación de aguacate de México a China y de manzanas chinas a nuestro País. El protocolo de requerimiento fue firmado por el Secretario de Agricultura, Javier Usabiaga y el titular de la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena de China Li Chanjiang. Según la oficina de prensa de la Embajada de China en México, esto es el principio de un intercambio comercial que será ampliado conforme los productores vayan perfeccionando sus capacidades productivas y la calidad de los productos. También se cerró un tratado sobre transporte marítimo y fue firmado el titular de la Secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola y su homólogo Zhang Chunxian. Si damos una revisión de algunos datos económicos que nos sirvan para hacer comparaciones entre los dos países, nos damos cuenta que en lo que nos aventajan notoriamente ---amén del número de habitantes— es en el renglón de la eficiencia y costo de la mano de obra.    Nos quejamos amargamente del contrabando, e inmediatamente volteamos la cara para echarle la culpa de ello al gobierno, y la casta privilegiada de analistas le dan cuerda al asunto, pero no nos damos cuenta –o no queremos darnos cuenta—que los principales culpables somos todos los ciudadanos, quienes finalmente somos los que compramos lo ilegal, si no hubiera quien lo comprara se acabaría el contrabando, así de fácil. En cuanto a los productos chinos que se comercian legalmente en nuestro país, y que de todos modos son más baratos que los que se producen aquí, inmediatamente causan escozor entre los productores mexicanos.  Aquí cabe la pregunta: ¿por qué los productores en vez de quejarse no buscan la forma de bajar costos; y los trabajadores, a riesgo de perder fuentes de trabajo, no buscan la forma de mejorar su eficiencia?  Escudriñe un poco en nuestra cultura y encontrará la respuesta.