domingo, 12 de diciembre de 2010

Al volante de Ford


Enrique Galván-Duque Tamborrel
septiembre / 2005

 

Cuando uno se entera, por pláticas con amigos, inmersos en el mundo de los negocios, y/o los medios de información de logros obtenidos por gente  ----cualquiera que esta sea, máxime es de un descendiente de mexicanos en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos--- que ha luchado a brazo partido por superarse, no se puede pasar inadvertido.  Obviamente que nace el deseo de averiguar a fondo todo lo relativo a la persona.  Es el caso de James Padilla, que es latino con más alto rango en la industria automotriz.

James Padilla ha llegado muy lejos conduciendo el negocio de los autos. Es el latino de más alto rango en una de las empresas líder en la industria automovilística. El asegura que nada le ha llegado con favores. Se requiere educación y estar cerca de la comunidad para tener éxito, afirma con énfasis-

Padilla es el presidente y jefe de operaciones a nivel mundial de Ford Motor Company, es el responsable del negocio de los automóviles en más de 200 mercados internacionales y tiene bajo su mando a una plantilla de 327 mil empleados.

Su primer auto fue un Ford Galaxie Station Wagon, de los que se fabricaban en los años 60. Hoy cuenta con un deportivo Ford GT a la puerta de su casa, también con un clásico Jaguar, pero su preferido es el Thunderbird 2003 en el que pasea a sus nietos.

Con residencia en Detroit, Michigan, a sus 59 años de edad Padilla sigue viajando por el mundo entero haciendo negocios, y a pesar de que tiene poco tiempo para pasarlo con su esposa, sus tres hijos y sus cuatro nietos, ése es su trabajo: conducir el negocio de los autos en el mundo.

"Probablemente estoy fuera de mi casa al menos una semana al mes y usualmente estoy en otros continentes, el próximo mes estaré en Tokio, luego iré al Lejano Oriente, a Bangkok, el mes pasado fui a Sudáfrica, Australia y Taiwán en una sola semana y luego regresé a Estados Unidos, es un trabajo muy dinámico, hay que estar al tanto de las actividades y que el equipo esté enfocado en la dirección correcta", comentó Padilla en entrevista en la TV.

Es un hombre de negocios y disfruta de ello. Egresó de la Universidad de Detroit Mercy en ingeniería, con una maestría en economía, e incursionó en la vida pública como asistente especial de la Secretaría de Comercio de Estados Unidos de 1978 a 1979.

Es un méxicoamericano de tercera generación. Su abuelo fue un inmigrante llegado de Jalisco, México, quien se casó con una irlandesa de descendencia alemana.

"Ser parte de la comunidad ha sido muy importante para mi familia desde que mi abuelo llegó a Estados Unidos. Afortunadamente, mis abuelos siempre pusieron como prioridad la educación, por eso todos mis hermanos y hermanas obtuvieron altas calificaciones en la escuela. Eso es importante, eso te hace crecer", mencionó.

La educación y participar en la comunidad son los principales caminos para el éxito, dice Padilla, quien está consciente de que el trabajo comunitario es indispensable para salir adelante como nación. Por ello es un activista que trabaja muy de cerca con los jóvenes.

"Paso mucho tiempo con los jóvenes en el área de Detroit para mejorar la economía y el medio ambiente, abriendo oportunidades porque no todos los individuos tienen la oportunidad de educación. Trabajo muy de cerca con algunas de las fundaciones que ofrecen oportunidades para jóvenes, para que de esta forma puedan tener educación y crecer como personas", comentó.

Actualmente Padilla trabaja con una organización llamada Focus Hope, que realiza su obra en áreas problemáticas de la ciudad de Detroit capacitando a gente joven en mecánica, ingeniería y tecnología.

También es asesor del Consejo Nacional de La Raza. "Creo que es muy importante para nosotros, soy un ser muy creyente en la educación y creo que debemos estar involucrados en este tipo de organizaciones, por eso paso mucho de mi tiempo personal haciendo este tipo de cosas; creo que es importante, porque para poder ser exitosos en los negocios, debemos tener comunidades exitosas, y si no invertimos en nuestras comunidades, no podemos ser exitosos", mencionó este hombre de cabello blanco y rostro enrojecido.

A pesar de su apretada agenda, Padilla también es miembro de la Junta de Fideicomisarios de la Universidad de Detroit Mercy.

Padilla empezó a trabajar en Ford Motor Company en 1966 gracias a un programa de enlace entre la universidad y la empresa.

"Cuando tenían 19 años iba en mi segundo año en la Universidad de Detroit Mercy y Ford Motor Company tenía un programa de educación para estudiantes con el que se podía trabajar un semestre, luego ir a la escuela el otro semestre y así ir combinando el estudio con el trabajo", cuenta.

"Si se trabaja duro y en armonía con la gente, si se tiene la tenacidad de tomar tareas difíciles y completarlas, la empresa reconoce el trabajo. Yo no tuve favores especiales ni patrocinadores, sólo he trabajado muy duro en el negocio y la gente responde a ello y me da la oportunidad", indicó.

Ya lleva 39 años en Ford y sigue disfrutando de su trabajo. "Porque trabajo para una gran persona que se llama Bill Ford, quien tiene su corazón y alma en el negocio".

Bill Ford es descendiente de la dinastía Ford, los creadores del automóvil en Estados Unidos y de una empresa que actualmente fabrica las marcas Mercury, Lincoln, Mazda, Volvo, Jaguar, Land Rover y Aston Martin.

Actualmente Padilla conduce un Mercury Milan 2006, el nuevo producto de Ford, que asegura: "Luce bien y tiene buen desempeño". Antes tenía un Ford Five Hundred, que también es un nuevo producto de la compañía, porque le gusta probar personalmente los nuevos modelos poniéndose en el lugar del cliente.

Ha probado otras marcas de autos para sentir la competencia. "Me siento más confiado en los fuertes productos de Ford, ya que somos una empresa de clase mundial; estoy orgulloso de lo que hacemos y es que cuando manejo un Ford es como manejar una parte de mí, de lo que he hecho", concluyó.

 

 

 

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