miércoles, 15 de diciembre de 2010

Desayuno, comida y cena


Enrique Galván-Duque Tamborrel
febrero / 2005

 

 

"La ambición es una enfermedad incurable que
cunde mucho y con nada se contenta. Siempre
pretende pasar adelante sin hacer diferencia
 entre lo que es lícito y lo que no lo es".

 

 

 

No cabe la menor duda de que Manuel López Obrados es un caso sui generis, indiscutiblemente va a pasar a la historia de nuestro país como un personaje ambiguo, de los que no sabe uno si reírse o asustarse de él, como lo fue aquel célebre personaje de la época porfiriana: Don Nicolás Zúñiga y Miranda.

Nos desayunamos con la noticia de que anuncia su proyecto de nación --- totalmente incongruente con lo que hace---, comemos con sus declaraciones de que políticamente es indestructible ---que sus enemigos le hacen lo que el viento a Juárez---, y cenamos con sus declaraciones de que, si lo desafueran por su desacato a un mandato judicial, movilizará a sus huestes para hacer una manifestación frente a la cámara de diputados ---acción que descaradamente desafía a la ley.

Si analizamos detenidamente estas declaraciones y acciones del ciudadano Jefe de Gobierno del Distrito Federal, no nos deben causar extrañeza.  De todos es sabida la paranoia y la esquizofrenia con la que se ha venido manejando.

El ha utilizado un asunto estrictamente jurídico, como este juicio de procedencia a su favor para construir una imagen con miras a la candidatura presidencial y ahora amenaza con que va a utilizar, va a movilizar a su gente, seguramente a los ambulantes, seguramente a los invasores de predios, seguramente a los taxistas piratas, a la gente de René Bejarano que la va a traer a la Cámara de Diputados, si no falla a su favor.

La posición de AMLO es marcadamente convenenciera, si la ley le favorece, entonces está bien y guardo silencio, si la ley le es contraria, si las resoluciones judiciales son contrarias, entonces amenazo con violencia y, bueno, eso lo único que crea es un clima de incertidumbre jurídica, de incertidumbre política y desgaste social para nuestro país.
Con las últimas declaraciones del jefe de gobierno queda de manifiesto que quien está politizando y partidizando el juicio de desafuero, el verdadero complot está del lado del PRD y del jefe de gobierno.  Algunos analistas piensan que esta confrontación en la capital puede traer una grave división, sobre todo con la gente que como los viejitos a quien supuestamente ha apoyado.  Apoyo que carece de una base sustentable y aparece como una acción clientelar, ya que precisamente por carecer de tal base, el día de mañana, no estando quien la decretó y no tener base presupuestal, puede desaparecer sin mas explicación que no hay de donde obtener los recursos; entonces, al verse desprovistos de ese apoyo al que ya se habían acostumbrado, lógicamente vendrá el descontrol de todas las personas que ahora lo reciben.

Por supuesto que hay un conflicto de intereses, hay un riesgo concreto de conflicto social en nuestro país y desde ahorita lo decimos si llega a haber derramamiento de sangre, si llega a haber movilizaciones, si llega a haber violencia, si llega a haber algún tipo de confrontación política en nuestra ciudad capital y en nuestro país el único responsable es el jefe de gobierno del Distrito Federal.

Desde ahorita lo está advirtiendo, dice que no es amenaza, que es aviso, bueno, qué bueno que lo avisó porque ahora podemos aseverar que cualquier derramamiento de sangre o conflicto social él va a ser el único responsable.


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