domingo, 12 de diciembre de 2010

El resurgimiento de Camacho Solís

 
El político mexicano que aspiró a la presidencia, gobernó la Ciudad de México y rompió con el salinismo regresa a los reflectores con un nuevo proyecto.

Enrique Galván-Duque Tamborrel
julio / 2005

Manuel Camacho Solís regresó al escenario político mexicano. Para quienes conocen la trayectoria de este economista, académico, funcionario de gobierno, disidente del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y precandidato presidencial derrotado, el resurgimiento de Camacho como diputado federal de izquierda y operador político de Andrés Manuel López Obrador es sorprendente e inesperado.

El PRI es necesario, es parte de la vida política, pero México no va a consolidar su democracia si predominan los intereses", explicó hace unos días el legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD).  "La posibilidad de que López Obrador, un hombre que no está comprometido con esos intereses, pueda ganar, es algo que a mí me alienta; por eso decidí apoyarlo".

Camacho Solís inició en la política durante la década de los 80, pero fue entre 1988 y 1994, bajo el régimen de Carlos Salinas de Gortari ---época en que casi le besaba los pies a su jefe--- cuando adquirió mayor notoriedad al ser nombrado regente de la Ciudad de México —cargo que se obtenía por designación presidencial.

En 1993, al llegar el momento de la sucesión, fueron públicas la aspiración de Camacho a la presidencia y su frustración cuando Luís Donaldo Colosio resultó el candidato del PRI.  Un año después del asesinato de Colosio, Camacho renunció a su partido argumentando una necesidad de impulsar cambios en beneficio de la sociedad. Por más de 10 años, Camacho ha intentado desprenderse la etiqueta de "salinista" que tras la crisis económica de 1995 se volvió un estigma en México, y que lo ha marcado desde entonces.

"Yo fui un miembro del gobierno de Salinas, fui su amigo ---fue algo más que su muy amigo--- durante muchos años, pero rompí con él y pagué las consecuencias de enfrentarme al sistema; me trataron bastante mal durante 10 años y estuve dispuesto a pagar ese costo", comenta, recordando, entre otras cosas, la fundación de su propio partido y su lanzamiento como candidato presidencial en el año 2000, que finalizaron en un estrepitoso fracaso.

Durante la renovación del Congreso en 2003, Camacho apareció en la lista de diputados del PRD y en 2005 se convirtió en defensor de Andrés Manuel López Obrador durante su proceso de desafuero, escribiendo artículos y ofreciendo pláticas sobre el tema en el norte de México y Estados Unidos. Una vez salvado el obstáculo del desafuero, el diputado se ha convertido en el principal operador político de López Obrador rumbo a su campaña por la presidencia.

Camacho Solís trabaja actualmente en lo que su partido define como "redes ciudadanas", labor que, tras la aprobación del voto de los mexicanos en el exterior, adquiere particular relevancia en Estados Unidos, aun cuando la ley aprobada no permite que los candidatos mexicanos hagan campaña en este país.

"Pero eso para nosotros es una ventaja", explicó el diputado. "Nosotros no podemos ganar la elección con dinero, porque el PRI tiene una cantidad de recursos enorme y está dispuesto a usar dinero público, dinero no legal. El PAN por su parte tiene todo el apoyo del gobierno y de los empresarios, lo que nos deja en una posición de absoluta inferioridad económica ---es claro, ahora él y sus representados son los buenos y los otros son los malos. Nuestro movimiento debe tener muchísimos voluntarios que contrasten el derroche y los excesos de la corrupción contra un movimiento cívico, como el nuestro", explicó. "Y en Estados Unidos vamos a hacer lo mismo, una campaña de grassroots, de comités ciudadanos, de clubes políticos, donde la gente, por convicción, llegue a la conclusión de que vale la pena votar y de que hay que votar por López Obrador".

Camacho reconoce que trabajar con estas redes ciudadanas en Estados Unidos también genera una obligación. "Sí, nos piden que intervengamos en asuntos como el de las licencias, y aunque yo no sé si el gobernador Schwarzenegger me quiera recibir, creo que es legítimo que apoyemos estas causas. Algo que nos interesa particularmente es apoyar la iniciativa McCain-Kennedy. Yo he estado escribiendo a favor, he estado hablando con gente, vamos a hacer todo lo posible para lograr su aprobación", señala.

El diputado visitó algunas ciudades estadounidenses para explicar la plataforma de López Obrador y despejar las dudas sobre su tendencia izquierdista, palabra que en la charla cotidiana, Camacho prefiere sustituir por "progresista" –calificativo que ya se lo apropiaron pero nunca explican qué entienden por ello.

"Nuestra estrategia es decir la verdad", afirma. "Me acabo de reunir con el sector financiero en Nueva York, y no les puedo ofrecer que está en venta el petróleo porque no vamos a cambiar la Constitución, pero sí les puedo decir que vamos a cambiar de manera responsable la economía y a respetar la autonomía del Banco de México, porque si no empezamos así se va a generar intranquilidad en los mercados y el país va a pagar las consecuencias" explica. "López Obrador no es un candidato más, tiene tal ventaja en las encuestas que sus declaraciones son leídas con mucho detenimiento por los actores políticos reales en Estados Unidos, así que tenemos que mandar mensajes precisos, como si ya casi fuéramos gobierno, porque así los están leyendo".

El ahora perredista asegura que el gobierno de López Obrador, de llegar a la presidencia, tendrá como prioridad el crecimiento y la generación de empleo en México, "la justicia, el freno a los privilegios y a los abusos que han sido dominantes en las últimas décadas, para generar orgullo en los mexicanos. Eso nos permitirá hablar con autoridad con distintos sectores en Estados Unidos a favor de las causas que importan a los ciudadanos mexicanos", asegura.

En 1969 la Ciudad de México se convirtió en ciudad hermana de Los Ángeles. Además de eso, son muchas otras cosas las que unen a las dos urbes. Camacho, quien gobernó la capital mexicana lo sabe. "Una vez tuve una plática con Tom Bradley y me sorprendió que él me decía cosas que eran idénticas a las que yo observaba en la Ciudad de México; me hablaba de la violencia juvenil, de los jóvenes que no llegaban siquiera a tercer año de primaria, la descomposición social, la inequidad, problemas que tenían que ser enfrentados para poder mejorar", recuerda.

"Por eso nuestras ciudades no pueden cerrar los ojos ante la realidad; hay problemas durísimos y si optamos por el modelo de la segregación, de dividir las áreas ricas de las áreas pobres, vamos a construir verdaderos infiernos, va a haber violencia, cada vez más agresividad. Nuestro modelo debe ser de integración y eso requiere de pactar entre los ricos y los pobres, entre el gobierno y la iniciativa privada, buscar nuevas modalidades de actuación".

No cabe la menor duda, los "rabanitos" ---rojos por fuera blancos por dentro--- siempre se acomodan donde mejor les conviene, ahora Camacho Solís es un rabanito y de los grandes.

Medite, analice y razone, después opine sobre este personaje sui géneris.

 



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