martes, 14 de diciembre de 2010

El sindicalismo debe renovarse o morir


Enrique Galván-Duque Tamborrel
junio / 2005


El presidente internacional de SEIU amenaza con crear una nueva confederación de trabajadores


Andrew Stern ha sido el presidente internacional del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU) durante nueve años; tiempo suficiente, dice, para darse cuenta de que la forma de operar de los sindicatos requiere un cambio drástico, empezando por su estructura, pasando por sus líderes y alcanzando a cada uno de sus miembros.

Afirma que su objetivo es fortalecer a los trabajadores sindicalizados a través de la asociación de quienes realicen las mismas tareas, sin importar en qué país se encuentren, para hacer crecer su poder de negociación. Es decir, eliminar los pequeños sindicatos y crear organizaciones más grandes y de mayor alcance.

Con esta idea en mente, Stern creó una plataforma de diez puntos "rumbo al siglo XXI" y la presentó ante John J. Sweeney, presidente de la Junta Directiva de la Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), organización que cobija a los trabajadores de todo el Estados Unidos. Tras hacer su planteamiento, Stern planteó un ultimátum: renovarse o dividirse.

El punto de quiebre tendrá lugar el próximo mes de julio, durante la convención de AFL-CIO en Chicago. En ese evento la Federación deberá manifestar su disposición a realizar los cambios propuestos por Stern, o él y sus simpatizantes, que podrían ser más de la tercera parte de los miembros de AFL-CIO, promoverán la creación una nueva organización.

Utilizando la tecnología en su favor con la creación de blogs, el envío de mensajes de texto a los celulares de los miembros del sindicato, y llevando una corbata morada, el color del SEIU, Stern se ha convertido en un vendedor convencido de las bondades de su producto; así, durante una visita a Los Angeles esta semana, explica su proyecto para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.

Un gran movimiento estadounidense con alcance mumdial

Tengo entendido que el número total de trabajadores afiliados a un sindicato en Estados Unidos es de 13 millones.

¿Qué significa esa cifra para el movimiento sindical?

No es algo bueno porque el número de personas en los sindicatos ha sido el mismo por casi 50 años y el mundo ha cambiado en este tiempo. Desde que la AFL-CIO fue fundada hemos estado estáticos, no hemos evolucionado mientras la economía ha sufrido cambios. Si seguimos tratando de retener a los miembros que tenemos en lugar de incrementar el número de afiliados, nos iremos reduciendo hasta desaparecer.

Sin embargo, mientras los números en otros sindicatos bajan, los afiliados a SEIU han aumentado. ¿Por qué?

Hemos incorporado a 900 mil nuevos miembros en los últimos nueve años, y la razón es que buscamos estar cerca de los trabajadores y hacer que su vida sea mejor. Tal es el caso de los trabajadores de la limpieza, quienes lograron unirse en un gran movimiento en todo el país; esto les permitió negociar con los empleadores y lograr un incremento en sus salarios de manera uniforme.

¿Cómo convenció a los miembros de que era necesario el cambio?

Les dijimos que queríamos elevar sus salarios, que queríamos darles servicios médicos, y que para hacer eso teníamos que hacer un plan; se habló con ellos y se llevó a votación la idea de hacer una organización más grande, aun cuando no fuera aquella a la que estaban acostumbrados. Les dimos la oportunidad a los miembros de decidir y ahora están mejor, se han dado cuenta que son más fuertes cuando están juntos. El actual sistema en AFL-CIO no da a los miembros esa oportunidad. Ahora que he visitado California he visto muchos trabajadores sin servicio médico aun cuando muchos trabajadores de la salud están en nuestros sindicatos; eso no está bien.

¿Y cómo logró convencer a los líderes? Porque el reducir el número de sindicatos implica una pérdida de poder para algunos de ellos...

Han tenido que entrar en la discusión y descubrir que tal vez dejarán de ser el líder de un sindicato pequeño; entiendo que eso es difícil, pero afortunadamente en Washington algunos están pensando generosamente y están convencidos se necesita un cambio, aunque el presidente Sweeny crea que se deben hacer las cosas de la misma manera que hasta ahora.

¿Cuál es la propuesta que usted presentó ante la AFL-CIO?

Está basada en la idea de organizar a los trabajadores en agrupaciones más grandes que les permitan negociar salarios y prestaciones en grupos. No puede ser que en empresas como Wal-Mart los trabajadores no tengan seguro médico y los empleados tengan que recurrir al MediCal. Empleados de esa y otras empresas como FedEx, como Toyota, deben pensar en organizaciones ya no nacionales, sino mundiales, asociarse con los trabajadores de esas empresas en distintos lugares del mundo para lograr acuerdos como una organización global con un empleador global.

La única manera en la que podemos ser exitosos es teniendo sindicatos fuertes, para que todos los trabajadores que hagan el mismo tipo de trabajo ganen lo mismo; pero en el ramo de la construcción, por ejemplo, hay cerca de quince diferentes sindicatos. Así que creemos que si AFL-CIO se quiere organizar, primero debe cambiar y dar una oportunidad para que haya una democratización.

Me parece que es un proyecto que requerirá de mucho tiempo y de mucho dinero...

La democracia toma tiempo, pero lo primero es que debes tener un plan y darlo a conocer. Y la buena noticia es que, como el número de nuestros afiliados va creciendo, tenemos más aportaciones y no es necesario aumentar las cuotas para hacer un cambio. Económicamente ocurrirá como en las grandes compañías; cuando te vuelves más grande no necesitas dos presidentes, no necesitas dos departamentos de finanzas, puedes consolidar; así que esto funcionará porque aprovechas el conocimiento que cada cual tiene en su ramo pero no tienes que pagar por el salario de siete presidentes u otros sueldos corporativos.

Si no se lograra un acuerdo con AFL-CIO y usted optara por una división, ¿cuántos trabajadores se irían con su proyecto?

Si todas las uniones que ahora están involucradas en que quieren el cambio salieran de AFL-CIO y se incorporaran con nosotros serían cerca de cinco millones de trabajadores que hoy están en esa organización.

¿Está usted optimista sobre la convención en Chicago?

Trataremos de negociar con AFL-CIO para que se hagan algunos cambios y ahí se verá si se inicia con algo nuevo o con algo más fuerte, es una de las decisiones más difíciles. Y no estoy optimista sobre AFL-CIO; creo que los líderes están atrapados en el pasado, pero estoy verdaderamente optimista sobre los muchos sindicatos que representan a millones de trabajadores y que creen que sí podemos cambiar la vida de los trabajadores.

 

Datos

 

De acuerdo con el SEIU, los trabajadores afiliados a un sindicato ganan sustancialmente más que quienes no lo están. Esta ventaja es mayor para los trabajadores latinos y las mujeres.

En promedio, un trabajador latino afiliado a un sindicato gana 632 dólares por semana, a diferencia de un no afiliado, que gana en promedio 491 dólares. Esto representa una diferencia de más de once mil dólares al año.

En lo que respecta a las mujeres, una trabajadora sindicalizada gana a la semana 696 dólares en promedio, en comparación con los 523 dólares de una no sindicalizada. Esto representa una diferencia de casi 9 mil dólares al año.

Cerca del 70% de los trabajadores afiliados a un sindicato obtienen una pensión al momento de retirarse; en el caso de los no afiliados, sólo un 16% logra este beneficio.


 

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