miércoles, 15 de diciembre de 2010

El Presupuesto de Egresos para 2005


 

Enrique Galván-Duque Tamborrel
enero / 2005

 

"seamos esclavos de la ley para poder ser libres"
Cicerón

 

 

 

Durante el evento feliz de la transición de año, a nivel nacional prevaleció como asunto primordial el tema del controvertido Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2005.

Tal y como está establecido actualmente, el Ejecutivo de la Nación envió a la Cámara de Diputados ---por primera vez dos meses antes de lo que hacía anteriormente--- la iniciativa correspondiente, pero los diputados, en vez de proceder de acuerdo con lo que ordena la Constitución en su Artículo 74 fracción IV: Examinar, discutir y aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la Federación……, tiraron al cesto de la basura el que envió el ejecutivo y elaboraron uno con gusto, cuando menos así se intuye por lo que declaró el diputado Buendía, Presidente de la Comisión de Hacienda, que en forma notoriamente jactanciosa dijo que era la primera vez que la Cámara de Diputados el Presupuesto de Egresos de la Federación íntegramente.

Este accionar de los diputados ---con excepción de los del PAN, que se opusieron---  es aberrante como quiera que se le vea.  En cualquier empresa, de la índole que sea, hay un director designado por el consejo de administración, que la conduce y marca las necesidades para desarrollar su programa, mismas que son examinadas y discutidas ampliamente por el referido consejo y finalmente aprobadas con las adecuaciones que éste juzgue conveniente, pero siempre con la intervención del director.  Si el consejo hiciera a un lado al director y tirara a la basura su propuesta, lo menos que podría hacer éste sería renunciar; la diferencia estriba en que este proceder no puede hacerlo el Presidente de la República, lo único que le queda a éste es marcar su inconformidad por las vías legales, y esto es lo que ha hecho el presidente Fox. 

Es claro que como todo esto es inédito, a todos nos agarró en un estado de plena ignorancia, y nadie sabe que opinar o hacer; cada quien jala para su lado.  Antes, que esperanza había siquiera que se marcaran las fallas, que indiscutiblemente contiene el documento enviado por el ejecutivo, los diputados aprobaban ipso facto lo que el presidente mandara, fuera lo que fuera.

En esta ocasión, el presupuesto elaborado por los diputados, adecuaron el gasto público haciendo varias reducciones que la Secretaría de hacienda considera inviables.  Las dependencias que más exigencias tienen es sus gastos de operación resultaron las más castigadas.: Secretaría de Gobernación, Secretaría de Hacienda y Crédito Público y Secretaría de Relaciones Exteriores.

La de Gobernación tiene encima el compromiso de la seguridad pública, renglón importantísimo, que requiere amplios recursos para su operación y sobre el cual la ciudadanía exige mucho. 

Al Instituto Nacional de Migración le quitaron muchísimos recursos, bajo el supuesto de que éste recibe recursos de otros fondos, particularmente del inmigrante, pero lo que no saben los diputados, o no quieren saber, es que esos recursos ya estaba contemplados, esto quiere decir que los recortes que hicieron al citado Instituto lo que vendrán hacer es una verdadera crisis migratoria.

La de Hacienda necesita forzosamente incrementar la base de contribuyentes para así incrementar los ingresos tributarios, para ello tiene que implementar una operación que requiere de fondos necesarios.  Los legisladores previeron como ingresos mayor recaudación por una cifra de 20 mil millones de pesos, pero ésta esta sustentada en hacer un censo fiscal, porque éste mejora la información que tiene el Servicio de Administración Tributaria (SAT) acerca de los contribuyentes, dado que la información actual es muy deficiente.  Al mejorar esa información se pueden cobrar mejor los impuestos, para esto se necesita el censo y este cuesta.  Se ha hablado mucho y se ha demostrado que esa inversión vale la pena porque reditúa mucho en mayor recaudación, las dos cosas van juntas, pero los diputados simplemente eliminaron esa partida, se tomó en cuenta el mayor ingreso, pero no se tomó en cuenta el gasto que iba a generar ese ingreso.

La de Relaciones Exteriores tiene encima el enorme compromiso de nuestros conacionales en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos de América, para ello tiene que implementar servicios consulares de muy alta eficiencia y para ello necesita contar con los fondos necesarios.

En fin, los diputados no consideraron importantes esos renglones, pero cuando se presenten problemas en esas áreas van a se los primeros que griten, protesten y exijan, olvidándose entonces que ellos y nadie más que ellos son los causantes.

Fox aceptó, de no muy buena gana, el presupuesto y lo publicó en el Diario Oficial, porque primero pensó en México, y el país necesita contar con un presupuesto para seguir operando, pero presentó una Controversia Constitucional ante la Suprema Corte de Justicia.  En esta Controversia, el presidente lleva todas las de perder, porque el hilo se revienta por lo más delgado y, en este caso, actualmente la parte más delgada del hilo es precisamente el presidente; sin embargo, su proceder está apegado a la razón y a la ley.  Todo esto es inédito, pero sea por el bien de México como lo ha manifestado el Presidente Fox.

En lo que no piensan mucho, o cuando menos parece que no le dan mucha importancia, es que las cosas, como el tiempo, ya cambiaron y nos va a costar mucho trabajo acostumbrarnos ---después de siete décadas de vicios en los procedimientos y en la administración pública---, pero si lo asimilamos bien redundará en beneficios incalculables para México.

 

 


 

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