jueves, 16 de diciembre de 2010

Mitla

Lugar de los muertos


 
Enrique Galván-Duque Tamborrel
febrero / 2005

 

 

 

Mitla, palabra náhuatl que significa lugar de los muertos, fue un centro religioso de gran importancia en la era prehispánica y en el que sólo se enterraban grandes personajes. Lo fundaron los mexicas en el siglo I d.C., pero no fue sino hasta el siglo VIII de nuestra era, con la llegada de los zapotecas a Oaxaca, que inició su esplendor y desarrollo. Los aztecas la conquistaron al final. 

Existe evidencia de que las tumbas de Mitla son anteriores a las de Monte Albán. Y, a diferencia de muchas poblaciones precolombinas, cuando llegaron los españoles, encontraron que Mitla ya estaba habitada. 

 

La arquitectura del lugar es diferente a la de otras zonas arqueológicas de la región. Por ello, al visitarlo se admira la majestuosidad de los templos así como la decoración, los bajorrelieves y las piedras labradas con gran delicadeza y belleza excepcional. Y es que en el sitio se aprecian miles de piedras labradas y ensambladas unas con otras con una perfección que asombra. Además, los dibujos geométricos relatan la vida y actividades de los dioses. Los muros de piedra y adobe cuentan con incrustaciones de piedras pequeñas recortadas en formas geométricas y formando mosaicos de aspecto griego. Lo asombroso es que no aparecen figuras humanas en ningún detalle de los frisos, ni temas mitológicos, únicamente diseños abstractos.

 

El yacimiento arqueológico comprende cinco secciones de las que dos son las principales: la Iglesia y las Columnas. Las tres secciones restantes, llamadas Sur, Adobe y Arroyo, se localizan sobre una pequeña barranca y están bien conservadas —las dos primeras están clasificadas como conjuntos ceremoniales.

 

El grupo de la Iglesia recibe su nombre por el templo colonial que los españoles edificaron sobre los muros de un edificio anterior y del que aprovecharon las piedras. Es curioso y muy significativo ver la iglesia sobre un basamento precolombino, uno de cuyos muros tiene representaciones paganas pintadas en los dinteles.

 

El grupo de las Columnas es el más bello pues es representativo del arte mixteco-zapoteca. Está estructurado alrededor de dos patios que a su vez están rodeados por cámaras. Las paredes están decoradas por infinidad de piedritas —casi 100 mil— entrelazadas que forman extraordinarias figuras geométricas y que van cambiando de panel en panel. Son grecas de gran belleza y una labor artística impresionante que han sido copiadas en rebozos y vestidos muy codiciados por las turistas extranjeras y que precisamente se le ha denominado estilo Mitla. En el centro del primer patio hay un adoratorio donde se celebraban ceremonias religiosas y sacrificios. Se cuenta que las columnas tienen poderes sobrenaturales, pues hay una superstición local que asegura que una de las columnas que se encuentran en la sala puede indicar a cada persona los años que le quedan de vida. Para ello, una persona debe abrazar la columna y la distancia que queda entre las puntas de los dedos de cada mano, equivaldrá a los años que le queden de vida. En otras palabras, quien abrace la columna conocerá el día de su muerte.

 

El yacimiento arqueológico de Mitla está a 41 kilómetros de Oaxaca y el recorrido se combina con la visita de una de las curiosidades botánicas de México, el milenario árbol del Tule, un enorme ahuehuete de casi 2 mil años de antigüedad. Alcanza los 43 metros de altura y sus raíces se hunden 18 metros en la tierra. Para rodear su tronco, hacen falta 35 adultos con los brazos extendidos ya que es más ancho que la iglesia que se encuentra a un costado.

 



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